lunes, 20 de mayo de 2013

DIA DEL ESTUDIANTE


El origen del día del estudiante se remonta al año 1929 cuando los estudiantes de la ahora Universidad Autónoma de México, se lanzaron a la huelga en favor de la Autonomía Universitaria.


Después de una serie de eventos y protestas que culminaron en una huelga general, los alumnos fueron agredidos brutalmente por la policía capitalina dentro de las instalaciones de la Escuela de Derecho el día 23 de mayo por tal motivo los alumnos de esta escuela reclamaron que ese día fuera recordado como el Día del Estudiante en honor a los agredidos y que la plaza de Santo Domingo en la Ciudad de México fuera llamada Plaza 23 de Mayo o del estudiante poco más de un mes después se consiguió la autonomía de esta casa de estudios. Desde entonces se ha venido celebrando cada 23 de mayo el Día del Estudiante, como un recordatorio de la lucha en pro de una educación más abierta y participativa, aunque claro está, ahora los que lo celebran desconocen su origen y solo se resume a convivios y un  pretexto para ausentarse de las labores académicas Como se puede apreciar, más allá de recordar la lucha por lograr la autonomía universitaria, el Día del Estudiante conlleva el sentido de una lucha académica y de superación que enfrentan los jóvenes día con día en su búsqueda por ser ciudadanos productivos y con ánimos de trascender en nuestra sociedad, pero sobre todo en su vida.
 
Las ciencias no siempre son tediosas nos ayudan para expresar nuestros sentimientos cuando las palabras no fluyen con facilidad, es por ello que compartimos esta declaración de amor al estilo de la
 

Química Cuántica

No entiendo las ecuaciones de segundo grado
ni la aritmética aplicada, ni la álgebra lineal
menos la regla de tres
ya olvide las divisiones con decimales
y las tablas de multiplicar
 
Si uno más uno son dos,
porque al sumarme contigo
fuimos resta de voluntades
 y de tiempo perdido.
 
Quise resolver la mecánica de tus fluidos,
la lógica de tus antilogaritmos
me enseñaste que mis dedos
no solo sirven para contar del uno al diez.
 
Me diste los días de la semana
las noches de química, que de tu cuerpo
deliciosos aromas emana
 
Pero a mi edad mujer, aun no entiendo
las matemáticas de tus palabras.
 
 Yo era un átomo inerte y olvidado
sin eléctrica esfera de atracción
cuando llegaste con tu amor callado
provocando en mí una reacción
 
Sin electrones de valencia en mano
tu gran actividad me dejo perpleja
y por que hicimos el amor humano
para tu dicha me volví compleja
 
Y ahora estoy completamente ionizada
balanceando tus cargas con las mías
pues me tienes ya más electrizada
que las micelas en sus mejores días
 
Es que al verme en tus ojos de azabache
fue tan grande y tan fuerte la impresión
que en un instante me cambio el pH
 y sentí flocularse el corazón
 
Yo te ofrezco un amor alquitranado
destilado en platino quince veces
y otros tantos o más cristalizado
como en tu seno de pasión mereces.
 
Un amor electrónico y profundo
cuya carga insistente y positiva
eleve su nivel cada segundo
y reduzca tu ingrata negativa.
 
Y por si dudas de mi amor criatura
yo te traigo el anillo de benceno
o si insistes la doble ligadura
que se estremece en el fugaz centeno.
 
Mas no espero que llore inútilmente,
tus frecuentes desdenes de coqueto
a evaporado tu querer fervientemente
mi corazón a sequedad por completo.
 
Y en medio de este trance afrodisiaco
que ante el altar de pasión me inmola
ya me sabe a sidral el amoniaco y
el ácido clorhídrico a refresco de cola.
 
Solo tiene un consuelo mi aflicción
con una solución como posible
y es que viendo a mi alma, del corazón
en punto de equilibrio, comprendo que
el amor que por ti yo siento
es irreversible.