El origen del día del estudiante se remonta al año 1929
cuando los estudiantes de la ahora Universidad Autónoma de México, se lanzaron
a la huelga en favor de la Autonomía Universitaria.
Después de una serie de eventos y protestas que culminaron en una huelga general, los alumnos fueron agredidos brutalmente por la policía capitalina dentro de las instalaciones de la Escuela de Derecho el día 23 de mayo por tal motivo los alumnos de esta escuela reclamaron que ese día fuera recordado como el Día del Estudiante en honor a los agredidos y que la plaza de Santo Domingo en la Ciudad de México fuera llamada Plaza 23 de Mayo o del estudiante poco más de un mes después se consiguió la autonomía de esta casa de estudios. Desde entonces se ha venido celebrando cada 23 de mayo el Día del Estudiante, como un recordatorio de la lucha en pro de una educación más abierta y participativa, aunque claro está, ahora los que lo celebran desconocen su origen y solo se resume a convivios y un pretexto para ausentarse de las labores académicas Como se puede apreciar, más allá de recordar la lucha por lograr la autonomía universitaria, el Día del Estudiante conlleva el sentido de una lucha académica y de superación que enfrentan los jóvenes día con día en su búsqueda por ser ciudadanos productivos y con ánimos de trascender en nuestra sociedad, pero sobre todo en su vida.
Las ciencias no siempre son tediosas nos ayudan para expresar nuestros sentimientos cuando las palabras no fluyen con facilidad, es por ello que compartimos esta declaración de amor al estilo de la
Química Cuántica
No entiendo
las ecuaciones de segundo grado
ni la
aritmética aplicada, ni la álgebra lineal
menos la regla
de tres
ya olvide las
divisiones con decimales
y las tablas
de multiplicar
Si uno más uno
son dos,
porque al
sumarme contigo
fuimos resta
de voluntades
y de tiempo perdido.
Quise resolver
la mecánica de tus fluidos,
la lógica de
tus antilogaritmos
me enseñaste
que mis dedos
no solo sirven
para contar del uno al diez.
Me diste los
días de la semana
las noches de
química, que de tu cuerpo
deliciosos
aromas emana
Pero a mi edad
mujer, aun no entiendo
las matemáticas
de tus palabras.
sin eléctrica
esfera de atracción
cuando
llegaste con tu amor callado
provocando en mí
una reacción
Sin electrones
de valencia en mano
tu gran
actividad me dejo perpleja
y por que
hicimos el amor humano
para tu dicha
me volví compleja
Y ahora estoy
completamente ionizada
balanceando
tus cargas con las mías
pues me tienes
ya más electrizada
que las micelas
en sus mejores días
Es que al
verme en tus ojos de azabache
fue tan grande
y tan fuerte la impresión
que en un
instante me cambio el pH
y sentí
flocularse el corazón
Yo te ofrezco
un amor alquitranado
destilado en
platino quince veces
y otros tantos
o más cristalizado
como en tu
seno de pasión mereces.
Un amor
electrónico y profundo
cuya carga
insistente y positiva
eleve su nivel
cada segundo
y reduzca tu
ingrata negativa.
Y por si dudas
de mi amor criatura
yo te traigo
el anillo de benceno
o si insistes
la doble ligadura
que se
estremece en el fugaz centeno.
Mas no espero
que llore inútilmente,
tus frecuentes
desdenes de coqueto
a evaporado tu
querer fervientemente
mi corazón a
sequedad por completo.
Y en medio de
este trance afrodisiaco
que ante el
altar de pasión me inmola
ya me sabe a
sidral el amoniaco y
el ácido
clorhídrico a refresco de cola.
Solo tiene un
consuelo mi aflicción
con una
solución como posible
y es que
viendo a mi alma, del corazón
en punto de
equilibrio, comprendo que
el amor que
por ti yo siento
es
irreversible.